miércoles, 1 de mayo de 2013

Somos luchadores.

Creo que hoy en día la gente habla mucho pero no sabe exactamente qué es lo que dice, y ahí está el gran problema. Realmente no deberíamos hacer eso, es estúpido y malo al mismo tiempo. Por qué lo hacemos? No lo sé. Pero lo único que sé es que no lo vamos a dejar de hacer.
La gente tiene sentimientos, y parece que todo el mundo se olvidó de eso. Hoy en día criticar a alguien es mejor recibido que hacer una obra de bien. Por qué pasa eso? Es muy fácil sentarse en frente de una computadora y de forma anónima empezar a derrumbar gente. Lo peor de eso es que todos lo reciben bien y hasta lo festejan... eso es lamentable. Es muy feo vivir así, pero es más feo darse cuenta de estas cosas, como me di cuenta yo. Podemos vivir felices, pretendiendo que todos esta bien cuando no es así. Cuanta gente muere por bullying? Cuanta gente se suicida porque otros lo tildan de tal cosa? Uno nunca sabe lo que el otro puede llegar a hacer, pero aun así no nos interesa como está el otro, no nos interesa ayudar. Es simplemente horrible saber que vivimos alrededor de todo este ambiente, y es horrible quedarse parado y mirar como el odio llena los días de la gente.
No voy a decir que soy la mejor persona del mundo, tengo mis defectos y lucho todos los días en contra de mis propios demonios, y por eso es que estoy escribiendo. A veces puedo ser malo con la gente, pero todos tenemos nuestra parte buena que merece la pena ser mostrada. Y fueron dos veces en estos meses en los que realmente sentí ese raro sentimiento; sentí que que todos en el mundo somos felices. Loco, no? La primera vez fue cuando alguien fue realmente bueno y sincero conmigo; la segunda fue cuando escuché dos testimonios de bullying.
Y creo que es como yo digo, todos somos felices. Puede que alguien esté triste, que alguien no se sienta completo, que alguien no encaje en el mundo, que alguien esté feliz, que alguien esté a punto de suicidarse... pero todo tiene que ver con la felicidad. Creo que cualquier cosa que hacemos, cualquier movimiento, cualquier acción, está destinada a llegar a nuestra felicidad, y también creo que todos creemos que somos felices, al menos un poco.
La gente mala, esa que se cree mejor que todos, la que vive odiando a cada persona que conoce, la que vive para hacer de la vida de todos un infierno, es la que realmente necesita saber qué es lo que está diciendo y qué es lo que está haciendo (Si tan solo fuese tan fácil).


Si alguien decide vestirse con algo de color rosado, deja que lo haga. (Nunca dejes que alguien te saque lo rosado de lo que estás vistiendo)
Si alguien quiere bailar y cantar en el medio de la calle, deja que lo haga.
Si alguien quiere actuar como un loco, deja que sea feliz.
Si alguien quiere demostrar amor a otra persona, deja que eso pase.
Si alguien quiere brillar... solo dejalo brillar.


Odiando y derrumbando gente nunca vas a llegar lejos...